Vinculándonos con Dios mediante la oración.
Es algo maravilloso que podamos orar eficazmente; que seres mortales indignos y sujetos a yerro posean la facultad de presentar sus peticiones a Dios. ¿Qué facultad más elevada podría desear el hombre que la de estar unido con el Dios infinito? El hombre débil y pecaminoso tiene el privilegio de hablar a su Hacedor. Podemos pronunciar palabras que alcanzan el trono del Monarca del universo. Podemos hablar con Jesús mientras andamos por el caminio, y él dice: Estoy a tu diestra.
Podemos comulgar con Dios en nuestros corazones; podemos andar en compañerismo con Cristo. Mientras atendemos a nuestro trabajo diario, podemos exhalar el deseo de nuestro corazón, sin que lo oiga oído humano alguno; pero aquella palabra no puede perderse en el silencio, ni puede caer en el olvido. Nada puede ahogar el deseo del alma. Se eleva por encima del trajin de la calle, por encima del ruido de la maquinaria. Es a Dios a quien hablamos, y él oye nuestra oración.
Pedid, pues; pedid y recibiréis. Pedid humildad, sabiduría, valor, aumento de fe. Cada oración sincera recibirá una contestación. Tal vez no llegue ésta exactamente como deseáis, o cuando la esperéis, pero llegará de la manera y en la ocasión que mejor cuadren a vuestra necesidad. Las oraciones que elevéis en la soledad, en el cansancio, en la prueba, Dios las contestará, no siempre según lo que esperabais, pero siempre para vuestro bien. (OE, pp 271-272)
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Los líderes de oración son esenciales - La mayor deficiencia actual de la Iglesia es la oración - no son los programas, estrategias, materiales o ideas. El poder para ministrar a otros puede ser liberado sólo a través de la oración.
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De una alta prioridad a la oración en la vida y ministerio de la iglesia - Es imposible explicar el poder y la eficacia de la iglesia del Nuevo Testamento sin hacer referencia a la oración. La oración es el trabajo más importante en el reino de Dios. Es un trabajo que no tiene sustituto.
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Una correcta perspectiva acerca de la oración es importante - Dios gobierna el mundo a través de las oraciones de su pueblo. Cristo, de hecho se refirió realmente a la oración como el gran poder que su iglesia haga su trabajo.
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La comunicación clara de las necesidades y las respuestas a la oración es vital - Si esperamos que nuestras oraciones hagan una diferencia, es importante estar pendiente de las respuestas. Una forma sencilla de aumentar la cantidad de oración efectiva dentro de una congregación es comunicar de manera efectiva las necesidades de oración y sus respuestas.
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La oración debe estar vinculada al ministerio - Ministrar sin la oración se convierte en el trabajo basado en el poder de la carne. La oración sin ministrar es el cristianismo complaciente.
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Prepare el tiempo, las maneras y los lugares para que la gente ore junta - Las reuniones de testimonios y todos los demás cultos religiosos debieran proyectarse y dirigirse de tal modo que no sólo sean provechosos sino a tal punto agradables, siendo positivamente atrayentes. El orar juntos ligará los corazones con Dios por medio de lazos que perdurarán; el confesar a Cristo franca y valientemente, mostrando en nuestro carácter su mansedumbre, humildad y amor, encantará a otros con la belleza de la santidad. (2JT 440)
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Fomentar la devoción personal - En el momento de la devoción personal es cuando recargamos nuestras energías espirituales. Escuchamos la voz de Dios a través de su palabra y enfrentamos los desafíos diarios con poder. Estar en contacto con nuestro Señor diariamente nos hará rejuvenecer y crecer en nuestro relacionamiento con nuestro querido Jesús, para salvación nuestra y a través de nosotros, obrar la de los demás.
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Fomentar devociones familiares - Si se descuida el culto familiar, otros intentos de oración son como rociar el follaje de una planta con agua, dejando sus raíces secas. Las devociones familiares deben ser parte de la experiencia de cada familia cristiana.